Te vi esta noche otra vez,
cara a cara, tu camino y el mío,
como siempre una casualidad, que suerte,
coincidimos nuestras miradas, como si los tuyos me pertenecieran,
como si nos dijéramos tantas cosas que preferiríamos callar
y tan solo contemplar ese momento tan silencioso, tan familiar
como cuando te conocía, tan instinto, tan vivo
como si fuéramos uno solo.
Y mientras nos acercábamos más, perdíamos poco a poco las miradas,
tal vez el orgullo despertaba, pero nunca opacaría ese momento
porque valió la pena dejarme llevar, ser yo mismo
para poder apreciarte, para vivir ese pequeño momento.
Solo fue un instante, solo unos segundos, unos cuantos pasos,
pero todo aconteció tan lento, tan épico, tan intenso,
como la mejor escena de una película de amor,
todo aconteció tan pausado, que escuche la melodía
de una balada con guitarras acústicas,
mi imaginación ya la había compuesto para ese instante.
Que increíble, simplemente épico,
ver ese resplandor en tus ojos, sentir el viento cálido
y ver como sopla tu cabello y recordar aquellas veces
cuando lo acariciaba y lo enredaba entre mis dedos,
sentir el aroma de tu piel tan cerca, como aquellas veces
en que te tomaba en mis brazos y pensar que nunca te dejaría ir,
cuando aprendimos a conocernos y entendernos
porque aunque no fueras mía, lo eras todo y tu fingiendo no saberlo.
Esta noche es única, y ese instante lo será por siempre,
el cielo tan azul, tan perfecta, que si tuviera una sola oportunidad
de poseerte, esta misma noche hubiese pedido tu mano y prometido
felicidad hasta que perezcamos.
Esa eres tú, más que esa sonrisa, más de lo que sueles decir,
imaginar una historia, otra vida contigo,
porque el tiempo que pase a tu lado me di cuenta
que a veces planificar una vida entera es desperdiciarlo
y si el destino te pone un camino no dejarlo pasar,
arriesgarlo todo, apostar por todo, aunque tus probabilidades de ganar sean mínimas,
y así te vi, así desperté para ti, te conocí y descubrí ese camino.
Y aunque las cosas no hayan salido bien, lo tomaría como una pequeña caída,
porque esta noche sentí que puedo recuperar una vida,
puedo decirle al destino que retomaré ese camino,
¿Qué podría ser más hermoso que despertar y encontrarme con tu sonrisa?
¿Qué podría ser más motivador que verte feliz y ser parte de ello?
Atte. tu pelucon